sábado, 30 de enero de 2010

Lloros no identificables

Según la información que he podido reunir, la madre tarda de tres días a dos semanas en aprender a identificar los lloros de su bebé, adoptando la capacidad de distinguir si llora por hambre, por incomodidad o por rabia. Pues yo ya llevo cuatro meses y sigo con el método de prueba y error: Damos de comer, quitamos gases, cambiamos el pañal... Y si no es ninguna de las anteriores entonces tiene sueño.

Oígo llorar a Daniel y me pongo nerviosa. Hago todo lo posible porque se calme, pero no entiendo su idioma. Para más Inri, el otro día estaba berreando y empiezo con el círculo de posibles motivos, cuando, de repente, me suelta Raúl: "Déjale. Lo único que le pasa es que tiene un perreta".

Lo que me faltaba. Resulta que el que tiene la capacidad de traducir lloros en mi casa es el padre. Que ruina de madre soy. Menos mal que nos queremos, que es lo importante.

1 comentario:

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