viernes, 28 de mayo de 2010

Daniel sonrisitas



Cuando Daniel tiene el día bueno es encantador. Da gusto estar con él. Parece que se le va a partir la cara en dos de tanto que estira las comisuras de los labios al sonreir. Los ojos se le achinan y se le hacen pequeñitos. Y suelta graciosos sonidos de alegría por cada gracia que le haces.

Cuando lo llevo de paseo triunfa por ser tan alegre. En cuanto alguien le hace el mínimo caso ya está sonriendo y se gana al extraño en un momento, que no puede resistir hacerle más monerías.

Un día que le llevé al pediatra lo apoyé contra mi hombro y cuando me quise dar cuenta un chico que estaba sentado detrás le estaba haciendo gestos y él se partía.

Sobre todo atrae a otro niños más mayores, principalmente niñas. Se acercan curiosas para ver al bebé o al nene. "Mira mamá, el nene" y el enano sonríe y sonríe. Y a la madre se le cae la baba. A la que se acerca con su hija y a mí.

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