martes, 22 de febrero de 2011

Papá y las construcciones

Raúl mucho habla de mí, pero él también ha caído en la tentación. Un día me sacó a colación el tema de los legos, los juegos de contrucción, que si eran estupendos para el niño... ¡Vamos! Que le quería comprar uno que había visto al niño. Sin ser su cumpleaños, ni ninguna ocasión especial.

¿Sabéis las veces que me ha discutido mi manía por comprarle ropa y juguetes a Daniel sin ton ni son? Infinitas. Ya compro las cosas con miedo por la cara que me va va poner. Aunque al final cede porque lo que le compro siempre es útil.


El caso es que llegó el día en el que al papá vino a casa con dos cajas de construcciones: La casa de Nody y otra de animalitos. Vino feliz con dos paquetes para su hijito, que estaba malito. Para mi fue una alegría porque el niño lleva mucho tiempo encerrado en casa y una novedad no le iba a venir mal.


Primero le dimos La casa de Nody para que lo abriera. ¡Le encantó! Y al padre más. Estuvieron jugando con las piezas un buren rato antes de abrir el siguiente paquete.




La verdad es que hacen unas cosas muy chulas para niños. Por supuesto, yo me empeñé en que Raúl construyera la casa y Daniel en destruirla. Tuve que entretenerlo con otra casa para que el padre pudiera terminar la construcción. Cuando la tuvo lista nos llamó. Y el pequeñajo tardó un milisegundo en llevarse por delante media casa gorjeando emocionado.




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