sábado, 23 de agosto de 2014

Elefantito

Les habíamos prometido a los niños que les compraríamos unos juguetes en un megachino que hay en las afueras del pueblo y no pararon de dar la tabarra hasta que se vieron dentro de la tienda. Les costó muchísimo decidirse y allí nos tuvieron dando vueltas y más vueltas por los pasillos. En una de esas vueltas me llamó la atención una caja solitaria y fuera de lugar. Puesta de cualquier manera en una estante lleno de flores. Era una tentetieso con forma de elefante. Miré el precio y me convenció: 3'95. Pero cuando les enseñé mi descubrimiento a los chiquillos no les llamó nada la atención. Lejos de desanimarme lo conservé en mi manos.

Daniel se decantó, como ya preveíamos, por un montón de figuras de esqueletos para colgar en la pared que brillan en la oscuridad y unos guantes con forma de mano de huesos. Iván, por su parte eligió una trompeta "para hacer música" y un garrote de pinchos de plástico que no tardamos en quitarle por uso indebido. Y yo seguí erre que erre con elefantito en mi poder. Al llegar a la caja lo junté con le resto de tesoros y coló. Nos lo llevamos a casa.

Ni que decir que tuvo un éxito contundente. El pobre elefantito se llevó tan paliza, que hasta me empezó a dar pena. Los niños estaban encantados y saltaban sobre él con saña. Así al menos liberan su agresividad de una forma canalizada.

Daniel, incluso me dio una gran abrazo y me dio las gracias por haberme empeñado en comprar a elefantito. Ni que decir tiene que se ha venido con nosotros a Madrid.

2 comentarios:

  1. Es chulísimo!!! Recuerdo que tuve un tentetieso de pequeña y me encantaba!!! Ya ves tú qué cosas... Un besote.

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    1. Yo tambieeeeen tuve uno!!! Y nos lo repartíamos entre seis primos sin las peleas de estos dos jajaja

      Besos!!!

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