sábado, 20 de diciembre de 2014

Tras las huellas del principito

El lunes por la tarde, en vista de que los niños parecía estar completamente restablecidos decidimos ir a la obra de teatro para las que Raúl había conseguido entradas gratis a través de su trabajo. Se llamaba "Tras las huellas del Principito" y la llevaba a escena un grupo de actores universitarios. Cuando era estudiante fui a muchas de esas y siempre salí encantada. Los actores le ponen ilusión , ganas y mucho entusiasmo. Eso se transmite al público.

En esta ocasión la trama me pareció dirigida a niños más mayores y eso también se notó. Los chiquillos del público no parecían llegar a los cinco años en su mayoría y pronto se desmandaron. Eso me vino a mí como anillo al dedo porque las travesuras de mis niños se diluían como gotas de agua en el océano. La obra no era interactiva, pero ahí tenías a todos los peques en general gritando a voz en grito dónde estaba escondido el zorro, saludando a la vez que los personajes y respondiendo preguntas filosóficas que el principito se hacia a si mismo. la verdad, es que en mi opinión de madre babeante, estas participaciones daban una nota de humor interesante a la obra.

La verdad es que los actores eran increíblemente buenos. No se despeinaban ni perdían los papeles ni por lo lloros de los bebés, ni por los gritos inoportunos de los infantes. El espectáculo continuó en todo momento pasara lo que pasara. Era una historia muy bonita. Y casi se me saltan las lágrimas cuando la serpiente muerde al principito. Yo soy así de blandurria.

Pensé que a los revoltosos de mis hijos les había aburrido un poco, pero me equivocaba de parte a parte. Salieron de la sala hablando maravillas de la obra y con muchas ganas de saludar a los personajes. Sobre todo, Daniel que fue muy efusivo con el protagonista y la malvada serpiente a la que chocó la mano y todo. Iván por su parte se tiró en plancha a los caramelos que repartían algunos de los actores.

Mientras íbamos hacia el coche Daniel aseguró que lo que más le gustó fue la serpiente, Iván opinó que lo mejor había sido el pozo y cuando el zorro persigue a la gallina por el patio de butacas.

Llegamos un  poquito tarde con lo que tocó cenar de restos de otras comidas y rápido a la cama para que el madrugón del día siguiente no se hiciera muy duro, porque al día siguiente sí que les tocaba ir al cole.

2 comentarios:

  1. Qué bien que lo disfrutasen tanto! Al final te van a salir actores, jejeje...
    Besotes!

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