domingo, 5 de junio de 2016

Donar sangre acompañada de niños

Hacía ya meses que no me pasaba por la unidad móvil de donación dela Cruz Roja cuando me llegó de nuevo el mensaje de que se pasaban por el barrio. No quería perder la oportunidad, pero tampoco tenía con quien dejar a los niños, así que decidí que lo mejor y más fácil era preguntar si me querían acompañar. Los dos aceptaron la propuesta encantados. Siempre y cuando les cediera las patatas que dan al final. Les prometí que así sería, pero que tenían que portarse muy bien. Pusieron su mejor cara de angelito y me siguieron hasta el autobús.

Nada más subir empezaron a liarla, así que la enfermera me propuso llevarlos a la cabina del conductor para que éste los tuviera vigilados y darles algo de comer. Así hicimos.

Rellené el papel, presenté mi DNI, me hicieron las pruebas y preguntas pertinentes y ¡A donar! Encontrarme la vena no es nada fácil, pero en cuanto lo logran lleno la bolsa en un santiamén. No me llevó mucho tiempo, pero en ese tiempo no paré de oir: "Como devoran estos niños. ¿Lo has visto?", "Sí, jajaja. Son un saco sin fondo", "El mayor lleva una bolsa de patatas, dos palmeritas y todavía me pregunta si hay algo más", "Jajajajaja"

Que vergüenza, que vergüenza. En cuanto me dijeron que me podía incorporar me quise levantar a por ellos, pero no me dejaron. Cuando me ofracieron algo líquido les dije que no, pero me dijeron que era obligatorio, así que acabé tomándome un zumo de plátano y fresa que se le antojó a Iván en cuanto oyó que había. Todo el personal estaba muerto de risa y me aseguraba que no pasaba nada y que en absoluto les estaban vaciando la despensa. Pero yo ya rechacé todo alimento que me ofrecieron con al excusa de que vivía muy cerca. ¡Los peques ya se habían comido lo mío y lo de tres donantes más!

Salieron de allí encantado, despidiéndose alegremente de todos y preguntándome cuando volvíamos. Me apunto que para la próxima tengo que llevar una mochila llena de víveres.

8 comentarios:

  1. Jajajaja. Al final habrás terminado tú medio desmayada por no seguir aceptando comida... Besotes!!!

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    1. No, que va jajaja
      El batido me duró perfecto y allí comí algo y bebí mucho líquido el resto de la tarde ;)
      Besos!!

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  2. buff, me imagino en la misma situación y me veo muerta de vergüenza, yo que siempre he sido super modosita, cuando veo ese comportamiento en mis peques lo paso fatal (por ejemplo, si vamos a un bar y ponen las típicas patatas fritas, es ver que empiezan a comer en plan monstruo de las galletas y me da una vergüenza ...)

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    1. A mí me pasa lo mismo. Mis hijos devorando y yo chillándoles enfadadísima. Buuuf nosotros somos todo un espectáculo. Y todos los allí congregados diciéndome que lso deje disfrutar, pero es que hay que ¡¡¡educarlos!!! Ainss

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  3. jajajaj ¡comidos volvieron! jejeje pero es q claro, mientras esperaban.... jejejeje :)
    Muy bien por donar! ;)

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    1. Ya te digo que volvieron comidos. Madre mía!!
      Antes donaba mucho más, pero desde que tuve a los niños me resulta más difícil encontrar el hueco :_(

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  4. Jajaja fue como ir a merendar a un sitio nuevo!! me parto con estos peques.

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    1. Jajaja es que todo lo convierten en una fiesta. Hasta lo más serio ainsss

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