jueves, 1 de septiembre de 2016

El mapa del mundo

Estaba yo comprando algo de material escolar que sé que me van a pedir para Daniel cuando me topé con unos cubremesas muy chulos. Particularmente el que llevaba impreso el mapa del mundo. Tengo en mente hacerles una partida de rol en la que me viene de perlas el objeto que nos ocupa, así que, sin pensármelo ni un segundo, lo metí en el carro de la compra y seguí a mis labores.

Cuando llegué a casa se lo enseñé a mis churumbeles muy emocionada. He de confesar que Iván paso totalmente del tema, pero Daniel lo cogió con ganas. Lo primero que hizo fue preguntarme dónde estaba España. Se la señalé y alucinó con su tamaño. "¿¿Comoooo?? ¿Tan pequeña? ¿Y Madrid?", "Ese puntito en medio de España", le indicó. "¡¡¡No puede ser!!!" exclamó debatiéndose entre el chasco y la fascinación ante tanta información nueva. Me temo que debía pensarse que Madrid era un país del tamaño de Rusia por lo menos.

Yo también alucinaba, pero con los descubrimientos del peque. Me pregunté si no le había enseñado antes un mapa mundi, pero recordé un atlas para niños que hemos ojeado varias veces. Se ve que con la edad se van abriendo nuevos niveles, como en los videojuegos, y en lo que antes no reparaban, ahora es toda una fuente de información.

Estuvo un buen rato investigando libremente hasta que se me ocurrió una idea. Le di una lupa, porque algunos países son realmente pequeños, y le pedí que apuntara en un papel qué países tendría que atravesar para llegar a China. Así ejercitábamos lectura, escritura y geografía a la vez.

Poco después venía a buscarme con su planning de viaje. Me sorprendió que le llevara tan poco tiempo. Cuando vi que se había comido un par de países en su camino y algunas letras en los que había escrito tuve mi explicación. Aún así, en general, me pareció que lo había hecho muy bien. Encima, había descubierto países que no había oído nombrar: Afganistán y Hungría, por poner un ejemplo.

La compra del mapa ha sido todo un acierto. De vez en cuando le sorprendo mirandolo y remirándolo. Como es un tapete de escritorio tiene un formato duro y fácil de manipular. Si veo otro del estilo con temas educativos que sé que le gustan lo pienso comprar ipso facto. Ya me veo coleccionándolos.

8 comentarios:

  1. q buena idea. Además así el aprendizaje se hace más ameno. :D

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  2. Nunca fui yo muy amante de la geografía, aunque saber dónde estaban los países me hacía más gracia que aprenderme los ríos, las cadenas montañosas y las principales líneas de producción. Jajaja. Besotes!!!

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    1. ¿¿Principales líneas de producción?? Me dejas ojoplática

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    2. Sí, aquello de si tal o cual país se dedicaba a la producción de trigo o a la minería o... Un rollo, vamos. Y a día de hoy no me acuerdo casi de ninguno.

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    3. Eso me suena al juego de Colonos de Catán jajaja
      Pero no recuerdo haberlo ni estudiado. Pues sí que me dejó huella...

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  3. Ay el material escolar que nos trae de cabeza!! Jejeje

    Es muy bonito el mapa, nosotros tenemos un mapa imprimido montessori y el peque se aprendió varios de memoria. Es precioso a mí me encanta como queda y el partido que se le saca en aprendizaje!

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