jueves, 10 de agosto de 2017

¡Que rico!

No es un secreto que a mi hijo mayor le pirra la comida. No en vano ha estado años anunciando su decisión de convertirse en churrero profesional. Verlo comer es un espectáculo maravilloso porque lo disfruta de verdad. Así que cuando vi ¡Que rico! en Boolino, un álbum ilustrado que gira alrededor de curiosidades, costumbres, datos interesantes, ingredientes curiosos, sabores deliciosos y apestosos sobre... ¡la comida!, supe que habría un niño muy feliz con él en sus manos.

Y no me equivoqué. Cuando se lo enseñé a Daniel, primero abrió mucho los ojos y luego se abalanzó sobre él. Ahora no para de comentarnos cosas como que en Camboya se come tarántulas, que en Georgia tiran una copa de vino al mantel a posta en los banquetes, anécdotas de la edad de piedra, del salvaje oeste... Es toda una fuente de sabiduría sobre la comida y todo lo que le rodea.

Las ilustraciones son estilo cómic y muy simpáticas. Mi niño mayor se puede pegar un montón de tiempo observando cada página. Y la lectura se hace muy fluida a pesar de que hay textos bastante largos gracias a los dibujos a la temática. Mi hijo está muy motivado. Es un niño al que se le hace cuesta arriba leer y prefiere que le lean sus padres (aaay, que vaguete), pero con este libro nos ha sorprendido y prefiere leerlo en soledad para luego asombrarnos con sus conocimientos recién adquiridos.

El subtítulo de este libro es: "Sobre platos apetitosos, alimentos asquerosos, guisos olorosos, potajes ventosos, bocatas sabrosos y otros manjares deliciosos". Ya de entrada llama la atención.

Y en la contraportada reza: "Todos comemos. Desde la mañana hasta la noche, Desde el principio al final de la vida. En todos los países del mundo. ¡Comiendo se disfruta muchísimo! Pero a veces la comida también es motivo de preocupación. Un libro para quedar satisfechos con un tema de vital importancia." Y de verdad que para este niño la comida es un tema de vital importancia.

A Iván también le ha llamado la atención y le encanta que su hermano le lea las cosas más "importantes", aunque su amor por la comida no le llega ni al dedo del pie al que tiene su hermano. Eso sí, ambos son unos apasionados de probar nuevos sabores y platos diferentes. Para ellos, que les llevemos a un restaurante, si es internacional mejor, es una fiesta.

Por cierto, hay una frase del libro que Daniel se ha cogido como lema cada vez que le ponemos delante algo que no le gusta. No mira fijamente y nos suelta: En ¡Que rico! pone que no hay que obligar a comer a los niños.

Y se queda tan pancho.

El álbum es de Editorial takatuka y sus autores son Anke Kuhl y Alexandra Maxeiner. Me parece que han acertado de pleno con losa contenidos y las imágenes. Para poder hacer alguna foto del libro he tenido que suplicar al mayor que me lo dejara, porque no lo suelta.

2 comentarios:

  1. ¡Qué buena pinta tiene el libro! Es estupendo cuando los niños se entusiasman con algo, en particular con un libro, y más si normalmente les cuesta leer.

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    1. Si. Da gusto verle pasando las hojas ensimismado y como te cuenta luego lo que acaba de leer :D

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