sábado, 27 de agosto de 2011

Futa

No hay manera de que tome fruta. Y eso que hay muchísima variedad: melocotón, sandía, melón, naranja, pera, manzana... ¡Nada! Pone cara de asco y grita "¡Futaaaaaaaaaaa!" cómo si estuviera diciendo "basura". Lo único que, por fin, vuelve a admitir es el plátano. Durante las vacaciones no quería ni probarlo, a pesar de que antes se lo comía muy a gusto, pero un día en el apartamento consintió y se comió uno a medias con su padre muy a gusto. Algo es algo.

Raúl decidió probar una treta nueva. Compramos zumos y se abrió uno a ver si podía engatusar al chiquitín. "Daniel ¿Quieres zumo?" el susodicho lo miró con suspicacia el tetrabrick y tras unos segundos de meditación emitió su sentencia: "¡futa!", "Que no, que no es fruta, es zumo" insistió su padre. "¡futa!", volvió a gritar. Y Raúl erre que erre "Fruta no, zumo". "¡Futaaaaaaaa!", "¡Zumooooo!". Finalmente el niño avanzó decidido hacia su progenitor, le arrancó el zumo de las manos y señalando la foto del melocotón y las uvas exclamó contundente "¡futa!". Luego le devolvió el zumo a su padre y se marchó tan campante a jugar con sus juguetes. Ni que decir que después de la sorpresa nos entró la risa a los dos. Qué difícil de engañar es Daniel.

2 comentarios:

  1. jajajjajajaja pero como se os ocurre enganñar al chiquillo !!! está claro que necesitareis sacar la artilleria pesada con esto de la fruta !!!

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  2. El caso es que ahora en la guardería se la come el muy bribón. Pero en casa nada de nada. ¡Nos toma el pelo como quiere!

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