lunes, 26 de septiembre de 2011

Daniel celebra su cumple en el cole

Hoy Daniel se ha ido acompañado de sus nuevos peluches de Dora, Botas y Swipper todo el camino de casa al cole. Mientras paseábamos hacia la guardería le hemos estado diciendo a todos que ayer había sido su cumple: a la portera, a los vecinos, a las chicas de la panadería... Mi peque iba inflado como un pavito y bien agarrado a sus personajes preferidos.

Al llegar le he soltado del carrito y ha salido disparado hacia clase. ¡Ni siquiera me ha esperado! Allí se encontró con una de las profes preparada para darle un enorme abrazo y una gran felicitación. Le he entregado a su seño una bolsa llena de paquetitos con cochecitos dentro para los niños y unas golosinas para ella y su compañera. A los niños sólo se nos permite regalarles gusanitos y similares porque cualquier otra comida puede venir en mal estado y no se la juegan. Yo opté por los cochecitos porque pusieron una megaoferta en el Alcampo de tres coches a un euro y me salió tirado el detallito cumpleañero.

Le dí un beso de despedida a mi peque que fue a reunirse con sus amiguitos casi sin mirarme. Así de emocionado estaba que se quedó en la clase sin protestar ni un poco.

Cuando volví a por él estaba exultante con su corona de cumpleaños. La profe le dio uno de los cochecitos empaquetados y Daniel me exigió con grititos que se lo desenvolviera para poder jugar con él en ese mismo momento. Encima le había traído una merienda especial de sandwiches de paté mediterráneo con forma de dinosaurios y uno de los chupa chups de bizcocho que sobraron de su cumple y que le encantaron.

En el parque todos los padres le felicitaron efusivamente y algunos niños le cantaron el cumpleaños feliz. La madre de Hugo incluso le trajo un regalito: ¡Un bombero de Megablocks! con su coche y todo. Allí mismo lo abrimos y se pusieron a jugar cuatro o cinco niños ¿Se puede pedir más para el día después? Yo creo que no.


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