martes, 9 de agosto de 2016

Los juegos de las TdN

Si por algo hay que empezar en las TdN es por los juegos de mesa. Tienen una ludoteca impresionante y hace torneos y demostraciones continuamente. Mis hijos no son de apuntarse a esas actividades porque prefieren jugar con sus padres que con otras personas, pero en esta ocasión logré que Daniel participara en la demostración de Arcanya Magic Academy.

En cambio, Iván se cerró en banda a unirse a la chiquillería de magos en ciernes y prefirió quedarse con mamá sacando mocos de una cabeza a la que se le salían el cerebro y los ojos, Goco Lui, que estaba teniendo un éxito tremendo entra la población infantil a pesar de los chorris que era. Supongo que eso radicaba la fascinación de los más pequeños.

Cuando regresó el mayor, nos encontró jugando a una versión libre del Cocorico Cocorocó, en la que la gallinas se montan una fiesta y se pone las botas a gusanos mientras los conejos de pascua le pintan el gallinero de los colores del arco iris. Que conste que también jugamos alguna partida con las reglas de verdad del juego.

Les prometimos a los chiquillos que podían elegir un juego al finalizar las jornadas para que se lo compráramos. Daniel tuvo claro desde el principio que quería Looney Quest, uno chulísimo en el que, según el escenario que toque tienes que dibujar líneas o puntos sorteando o tocando objetivos en un hoja plasticosa transparente y fijándote en el dibujo que se pone en el centro.

Luego se coloca el plástico transparente de cada jugador encima del dibujo y sumas y restas puntos según los aciertos y errores. Te partes de la risa. "¡¡¡Diossss, le has dado a todas las bombasss!!!", "Lo he clavado, lo que clavado", "Seguro que te has enterado que había que darle a los jarrones, seguroooooo"...

Peeeero, se cruzó otro juego en el camino del mayor y cambió de opinión. Bienvenido a Mazmorra nos ha fascinado a todos. Para empezar de los cuatro jugadores sólo uno acabará entrando con el héroe en la mazmorra a luchar contra los monstruos que nosotros mismos hemos metido y con las armas que no hayamos retirado. Mejor jugad y juzgad. Nos pareció muy original y divertido. Y ese fue el elegido finalmente.

A Iván le gustaron mucho y no se decidía. Tanto fue así que se acabaron las jornadas y sigue sin su juego, pero al final seguramente le compraremos el archiaconsejado por Tang de Naranja: Virus.

Jugamos los mayores sin los niños porque éstos se habían ido a jugar con sus amigos, regresaron justo para pillarnos acabando y les prometimos jugar con ellos más adelante porque les encantó la estética. Lo malo es que ese momento nunca llegó y ahora no queda otro remedio que sumarlo a la colección si no queremos ganarnos su odio eterno (no se les olvida, no). Como estamos seguros de que les va a gustar lo pillaremos seguro.

Y jugamos a muchísimos más, porque a eso se va a las TdN: a jugar y pasarlo muy bien.





2 comentarios:

  1. CAngrejito es parecido, eso de unirse a otros niños ...

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    1. Estos se unen para jugar a su bola por todo el recinto, pero se ve que a juegos de mesa es otra cosa...

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